Sulfato Potásico

El sulfato potásico (K2SO4) también conocido como Sulfato de Potasio (SOP) o potasa, es el fertilizante libre de cloro más popular. Combina 2 nutrientes esenciales, el potasio (k) y azufre (S) en formas plenamente asimilables para la planta. Por ser un fertilizante libre de cloro, el abono de sulfato potásico es el mayor nutriente en cultivos intensivos y sensibles al cloro.

Si este es comparado con otros tipos de potasio como el fertilizante de cloruro potásico o muriato de potasio (MOP) y el abono de nitrato de potasio (NOP), el abono de sulfato de potasio (SOP) tiene un índice de salinidad muy bajo, por lo que es ideal para suelos salinos o con riesgo de salinidad. Todas estas características hacen que el sulfato potásico sea el fertilizante más efectivo en muchas partes del mundo además de ser el fertilizante que más protege y cuida el medio ambiente.

¿Cuándo usar abono de sulfato potásico?

Muchos de los agricultores se preguntan ¿Qué fertilizante potásico elegir, cloruro de potasio, sulfato de potasio o nitrato de potasio? A pesar de existir cultivos que indistintamente responden a cualquiera de las tres presentaciones, hay otros con los que obtienen un mayor rendimiento con una presentación que con otra.

El uso de fertilizante sulfato potásico llega cuando el terreno presenta deficiencias de potasio, siendo necesario aportar un extra de este nutriente tan importante para las plantas. Ejemplos de plantas que pueden necesitar este tipo de abono son el cultivo del tomate o del pimentón, dado que ambos consumen una alta cantidad de potasio. En cuanto a los terrenos que tienden a mostrar deficiencias de potasio, podemos hablar de los suelos arenosos, en los que, durante la lluvia, el potasio se arrastra lejos del alcance de la raíz.

Puede utilizarse desde el mismo momento en que la flor es polinizada (período de fructificación), hasta 15 días antes de la recolección de frutos. Antes de ser utilizado es importante analizar el suelo puesto que es posible que el terreno tenga unos niveles de potasio adecuados y su fertilización sea innecesaria. Su presentación suele venir en polvo soluble al agua o en forma de granulado, también soluble o de liberación lenta. Es importante controlar la dosis a aplicar para no crear excesos de salinidad o toxicidad en la planta.

Es importante que la planta reciba todos los nutrientes necesarios, siendo fundamental abonarse de manera adecuada para evitar que enferme. La frecuencia con la que reciba el abono va a depender del tipo de planta y de los objetivos a conseguir.

¿Cuándo usar abono de sulfato potásico?
Beneficios del fertilizante de sulfato potásico

Beneficios del fertilizante de sulfato potásico.

Los cultivos y plantas necesitan de una serie de nutrientes como el fósforo, nitrógeno, calcio para poder engordar y desarrollarse. Todos ellos son sumamente importantes para su desarrollo y crecimiento, por lo que tanto el exceso como la falta de cualquiera de ellos harán que la planta enferme en cuestión de tiempo, llegando a ser más o menos largo y grave dependiendo de las circunstancias.

El potasio se halla en el suelo a partir de silicatos procedentes de rocas y minerales magmáticos como mica y feldespatos y se clasifica en:
  • Potasio directamente asimilable: es aquel que va fijado en la superficie de las arcillas y en el complejo arcillo-húmico.
  • Potasio interlaminar: potasio que se encuentra en las láminas de arcilla, y a las raíces les cuesta absorberlos.
  • Potasio en fracción mineral: este potasio se halla en el suelo, pero las raíces no pueden absorberlo a no ser que sea degradado por las bacterias.
El potasio tiene funciones muy importantes para los cultivos:
  • Es el encargado de que las células dispongan de agua, de ahí que esté relacionado con el engorde y calidad del fruto.
  • Controla la permeabilidad de las membranas de las células por lo que, cuanto menos agua se pierda la conservación de los frutos, será mejor.
  • Mayor resistencia al frío, a las heladas, sequía, insectos y enfermedades.
  • Contribuye en la elaboración de azúcares brindando sabor dulzón a las frutas.
El sulfato de potasio es uno de los fertilizantes esenciales para el cultivo de las plantas puesto que está libre de cloro. Solo se puede usar en un terreno alcalino, es decir, con un PH alto puesto que sirve como reductor del PH, mejorando la disponibilidad de fósforo y hierro. Por otro lado, el uso del sulfato potásico en los cultivos también influye en la asimilación de otros micronutrientes.
El potasio y nitrógeno son buenos aliados por que un plan de abonado rico en potasio favorece la absorción de nitrógeno. Son los frutales, los cítricos, el pimiento, el olivo, la piña, las plataneras, las leguminosas, el tabaco y las coles entre otros cultivos los que mejor responden a este tipo de fertilizante, aumentando no solo la producción de la cosecha y la calidad de los cultivos sino el valor nutricional, sabor y apariencia (tamaño, color y olor).
El sulfato posee un contenido del 18% de azufre por lo que si el terreno tiene deficiencia de este nutriente también se aconseja su aplicación. Además, el azufre que contiene el abono de sulfato de potasio juega un importante papel en la fisiología de las plantas activando la producción de proteínas, enzimas y vitaminas.
Una última ventaja reseñable del sulfato potásico como abono es su gran capacidad para combinarse con otros fertilizantes. Así, el sulfato potásico es compatible con el nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato monopotásico, fosfato monoamónico, nitrato de magnesio, sulfato de magnesio e incompatible con el nitrato de calcio.

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